martes, 29 de junio de 2010

La metafísica de Matthai se aclara si se analizan cuatro puntos fundamentales alrededor de su obra: una dimensión histórica de posturas metafísicas, postulados de la filosofía de Matthai, su fenomenología y sus nociones sobre el mundo en base a conceptos como el tiempo, el individuo, Kairos, metron y diátesis media del verbo.

La metafísica, tradicionalmente considerada guarda un saber que a la fecha parece oculto, mancillado, violado por el común sentir del vulgo. Antes se entendía con ella un saber que pretendía, ciertamente ir más allá de la realidad, de lo físico. Para esto es necesario notar el desarrollo de la civilizaciones occidentales con relación al alcance sicológico de aquellas posturas antiguas hoy olvidadas. Matthai rescata conceptos, ideas, representaciones arcaicas pero que en él toman un sentido diverso al compararlo con la realidad punzante. La sociedad y el individuo contienen dentro de sí una evolución paralela ante el desvelamiento de una palabra y representaciones pasadas, sin embargo, debe notarse que este pensador pone en lo alto al individuo contra lo inferior-social, es decir, que toda virtud, toda destreza capaz de realizar una comunidad lo hará siempre y cuando el individuo haya descubierto, incrementado esas fuerzas dentro de sí, sólo en ese sentido puede decirse que el mundo es mí reflejo.

1.La dimensión histórica
Los libros de historia se exaltan al señalar las distintas doctrinas de filosofía a través de los tiempos. Ejemplo de esto sucede cuando se dice que en un principio, haya cuando la filosofía comenzaba, la idea era comprendida como un ser independiente del mundo físico, algo que a la vez resulta incognoscible. La visión de lo que era una idea es relacionada después como una actividad de la mente que participa de lo real, entonces, empieza a nombrar el hombre las primeras cualidades de una cosa, de un objeto y demás seres. Pero ¿qué tiene que ver con Matthai? Lo que sucede es que Matthai es un recolector de todas aquellas ideas que le anteceden, además, de ser un pensador síntesis o simbiótico. Luego entonces, Matthai además de lo anterior contempla la evolución moderna de la idea en Descartes, en Leibniz, en Kant y los Postkantianos.
Es precisamente de los dos último de donde se alimenta fuertemente su pensamiento y puede decirse que de Kant toma la idea trascendental. Se refiere a la idea de que el mundo se explica desde el interior, de la conciencia. Aquí es ella la que determina al mundo. La idea no se extrae de la experiencia (realismo metafísico) tampoco son innatas (racionalismo metafísico) sino que son principio orientados del saber y de la vida del hombre. Se trata de un principio de invención, de acumulación de sentimientos regulados por la idea. Su interpretación designa que se parte de los hechos hacia el ser de la conciencia, el cual determina los fenómenos y busca las leyes de ella. No obstante, Matthai complementa a la idea kantiana con la metafísica de Fichte, Schellin y Hegel. Toma de ellos la idea en la noción indeterminada, absoluta, es decir, no se encuentra en lo exterior, ni en lo innato, no solo subyace en la conciencia de forma regulada sino que es creadora. Lo absoluto para Kant era incognoscible, pero para Hegel y compañía resulta ser una conciencia activa, creadora que deviene en el tiempo. “El absoluto se manifiestan en infinitas formas externas (potencias). Los fenómenos empíricos son las imágenes de estas formas. Lo absoluto mismo es algo indiferenciado” (Larroyo, 2004:27). Sin embargo, Matthai se diferencia de estos al considerar al desenvolvimiento de lo absoluto en el tiempo como condición necesaria para la constitución del individuo. Para Kant como para Matthai la conciencia es un principio inventivo vinculado a la realidad pero la discrepancia es que para el primero se trata de la función general, algo a si como una ley, al contrario del segundo, que condiciona tal principio al individuo único capaz de pensar, contemplar, representar y crear el mundo. Con Hegel se trata para Matthai de una pura inversión de su sistema. El devenir absoluto de la conciencia, el cual se desarrolla, progresa de lo antiguo a lo presente, ya no es para Matthai un estadio del potencial histórico sino un perfeccionamiento individual, que se manifiesta al recuperar nociones antiguas, al vencer lo tradicional común, la técnica y un acercamiento al destino de la mujer y del individuo, pues son la lucha primordial.

1.La fenomenología metafísica
“La fenomenología metafísica de Matthai es un plurisolipsismo” (Yépez, 2004: 109)
El solipsismo sostiene la creencia que el yo es lo único que existe. El plurisolipsismo siguiere que existen infinitos yo, mundos. Cada uno es un yo, entonces, cada uno es un mundo. La implicación de esta creencia la contiene la siguiente cita, el cual la pedimos prestada de las anotaciones que el maestro Yépez realizó durante los cursos y clases de él: “El mundo es mí representación y mí espejo”. El mundo es mí reflejo implica una constante superación de sí, por lo menos para mantenerse ante la incertidumbre de la gran rivalidad con la técnica, ya que es esta la que intenta hacerle olvidar al individuo que es parte de su interno movimiento y desenvolvimiento mental. La fuerza del individuo crece cuando logra destruir, derrumbar, socavar aquellas nociones que lo atan a una determinada forma de vivir y pensar; cobra fuerza cuando se hacer cargo de su mundo, cuando toma lo exterior y lo vuelve suyo para hacerlo salir de nuevo, cuando vuelve al concepto para resaltar un sentido y a partir de ello reinterpretar, construir, crear las virtudes del hombre sin carga, independiente, libre.
En el mismo sentido, sí en Hegel la fenomenología se manifiestan los grados de la experiencia del espíritu absoluto, entonces, para Matthai ese desarrollo de la conciencia se expresa como un fenomenología metafísica que contempla las formas en que el individuo se muestra en la realidad…realidad que es expresión de sí.

Referencias:

1.Horst Matthai Quelle, 2002, textos filosóficos (1989-1999), México :UABC
2.Heriberto Yépez, 2006, Textos heteróclitos, México:
3.Larroyo en Hegel, 2004, Enciclopedia de las ciencias filosóficas, México:Purrúa

Fuente: Revista Espiral (no. 28)

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