martes, 28 de diciembre de 2010

La teoría de los infinitos mundos […] [la] sostenían todos los filósofos presocráticos sin excepción. […] Pero, ¿qué es la teoría de los infinitos mundos? Que existen tantos mundos como entidades en nuestro universo. Todo ser, como lo llamamos popularmente, que yo prefiero llamar ente, en el lenguaje filosófico, es un universo completo que incluye a todos los demás y viceversa: cada uno de nosotros es un mundo completo, un universo entero, en el cual todos los demás no son sino partes que le sirven para su dinámica de vida, mientras que cada uno de ellos es un mundo propio que incluye a todos los demás, incluso a nosotros mismos. [Otro principio de los filósofos presocráticos] es que todos somos dioses, todos los entes somos dioses, por tanto, creadores de nuestro propio mundo, de los infinitos mundos, y en cada uno de sus mundos ese creador sería su propio dios, mas no un dios trascendente.

Horst Matthai,
Entrevista con Xóchitl Zambrano (click aquí para escuchar la versión en radio),
transcrita en Textos filosóficos (1989-1999),
Universidad Autónoma de Baja California, Mexicali, 2002, pp. 424-425

lunes, 27 de diciembre de 2010

Hace un par de meses, una primera versión de Matthai (de 30 minutos) fue presentada en la Selección de Exhibición del UABC Filme Festival, en Mexicali. Participar en este festival fue como una primera meta que se fijó para el proyecto (de ahí surgieron los trailers y los posters). Sin embargo, es importante aclarar que la versión que se presentó en Mexicali no es aún una versión definitiva, y por ello no se ha proyectado en otros lugares. De hecho, el próximo año se retomará la producción (un par de entrevistas y ficciones principalmente) y post-producción del proyecto. Todavía no hay fecha definida para el estreno, pero si surje alguna los mantendremos al tanto por esta vía y por nuestro Facebook. Gracias a todos por el interés que han mostrado en el proyecto.

A.G.R.
[...] también los mitos de otros pueblos ofrecen ejemplos de alegorías con profundo significado, pudiendo citarse como ejemplo la de La bella durmiente, contenida en la renombrada colección de los hermanos Grimm. Como es sabido, en este mito una de las hadas invitadas por los padres de la niña recién nacida mitiga una maldición de muerta por la de un prolongado sueño. Cuando en efecto la niña, al cumplir sus quince años, toma en sus manos un huso, se pica con el mismo y cae, en el instante, en un profundo sueño. Aquí aparece, conn el huso, el tiempo primordial, porque el sueño no sólo se apodera de la joven, sino a la vez de todo lo que se encuentra en o cerca del castillo en el cual reside. Se ve claramente que tocar el huso paraliza —o pone en movimiento (Platón, Rep.620E)— el tiempo, pero no un tiempo parecido al que comúnmente designamos con este nombre, sino un tiempo exclusivo del individuo en cuestión. Y aunque esto se ve de manera tan sólo implícita en el texto de Platón —cada alma toca el huso por separado—, es todavía más claro y explícito en el mito de La bella durmiente, en cuanto la paralización del tiempo individual de la joven princesa afecta a la enteridad de su mundo.

Horst Matthai
Pensar y ser I. Ensayo de una fenomenología metafísica,
Universidad Autónoma de Baja California, Mexicali, 1996, pp. 163-164

lunes, 20 de diciembre de 2010

[El "ahora" en Parménides] es "decir y pensar a la vez, decir y pensar son pues operaciones simultáneas. Pensar, solo, sería algo abstracto, ajeno a la realidad; en cambio, decir y pensar es lo concreto, es materializar el pensar en el que "dice". [...] Al emplear el término "decir", no nos referimos al mero uso de la plabra como signo lingüístico, sino a la palabra acompañada de otros elementos expresivos como la mímica, el tono de voz, la posición de la cabeza y del cuerpo, los gestos, ademanes y demás recursos expresivos, que se han reconocido como operantes en las investigaciones empíricas acerca del lenguaje, pero que nosotros postulamos abarcan la totalidad del individuo, entendido éste como individuo concreto con la inclusión del mundo circundante. Tal como en Oriente los que se dedican a las artes marciales acompañan el golpe decisivo con un grito, pudiendo incluso romper a mano limpia gruesas tablas de madera u otros objetos sólidos [...] De esta manera, el "decir y pensar" con énfasis y en unidad constituyen la ·acción más radical de la cual el individuo es capaz, y todo "hacer", que merece este nombre, se llevaría a cabo en la dimensión del "ahora", la única verdadera "praxis".

Horst Matthai,
Pensar y ser IV. La teoría parmenídea del pensar,
Universidad Autónoma de Baja California, Mexicali, 1990, pp. 67-68
El mito acompaña al hombre desde que tiene memoria, mas su significado ha sufrido el desgaste tan común a muchas de las palabras más importantes de nustras lenguas. La raíz μυ, aparte de constituir el nombre de la 12a letra del alfabeto griego, sirve para designar el sonido producido con los labios cerrados (parecido al zumbido de las moscas), pero también se aplica al sonido del sollozar. Análogamente en el sánscrito se encuentra mu atar, cerrar; muka mudo, silencioso; mûsh ratón (que se esconde, permanece oculto); griego μυς, ratón; μυωψ, miope (el que entrecierra los ojos para mejorar la vista); μυζω, gemir; μυω, cerrar (ojos, labios, heridas). Su uso figurativo da μυέω, iniciar en los misterios, μυστηριον, cosa secreta, objeto sagrado, o μυστης, iniciado en los misterios.
μυθος, mito, en la literatura griega antigua, se alejaba de la idea de lo secreto u oculto, denotando, en cambio, cualquier cuento, narración, o relato, incluso ficticio. Pero después de Homero, empezando ya con Píndaro, se entendía por μυθος toda narración de época obscura, prehistórica, en especial mitos de los dioses y héroes. Las fábulas de Esopo eran mitos. Pero, viendo más de cerca estas "fábulas" así como las obras épicas de Homero, salta a la vista que los mitos no son enunciados efímeros, sino obras cuyo profundo contenido las hizo propicias para servir de base para la legendaria Paideia de los griegos.

Horst Matthai,
Pensar y ser IV. La teoría parmenídea del pensar,
Universidad Autónoma de Baja California, Mexicali, 1990, p. 17-18
"¿Qué hace un alemán en Tijuana investigando a los presocráticos? [...] devenido latinoamericano, ubicado en Tijuana por ser símbolo de la abismal separación de Latinoamérica de la cultura occidental y con algo de espíritu quijotesco, un alemán descubre en la filosofía presocrática los principios que Occidente nunca supo hacer suyos"


Horst Matthai,
"Pensamientos de un latinoamericano
sobre Latinoamérica en la era
del macrocapitalismo y de la macrotecnología"
(en Pensamiento, política y cultura en América Latina,
coord. Hugo Zemelman, p. 105)
 

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